jueves, 25 de agosto de 2011

Inclusión social

La inclusión e integración social que debemos lograr para con los sectores más marginados, y esto creo que se sabe a priori, es el pilar (o unos de los pilares) más importantes para el descrecimiento de la, tan desagradable, inseguridad. Ya que si una persona esta fuera de la sociedad, vive a pesar de la sociedad, vive contra la sociedad. Es más sano y más humano incluirlos que, como muchas personas vociferan indignadas, crear muros que los mantengan en cautiverio o, ya en una idea más extrema, matarlos. Pero la pregunta es ¿de qué manera debemos incluir a estos sectores marginados en la sociedad?
Si bien lo más importante o lo más básico y por donde se debe empezar esta inclusión, esta integración, es en el amparo económico de parte del estado. Simplemente porque así, de esta manera, se logran satisfacer las necesidades más inmediatas de los sectores marginados. De nada serviría otra inclusión (ya sea social, cultural, estructural, etc.) si este sector, al fin y al cabo, no puede comer. Además el amparo económico proporciona a los chicos la posibilidad de estudiar, que es, sin duda, la mejor manera de combatir la pobreza.
Así que tenemos primero, y en este orden de importancia, los factores que son puramente necesarios en la vida de estos sectores, que como ya dijimos, están marginados, ergo, al margen de la sociedad, ergo, fuera de la sociedad, ergo, contra la sociedad.
1: Alimentación.
2: Salud.
3: Estudio.
Ahora, fuera de las necesidades, los factores de integración se convierten en algo mucho más complejo, que los que ya nombramos, aunque no sean los más necesarios, son los más difíciles de lograr.
Hay que dar trabajo a estas personas, no solo para que se puedan sostener económicamente, sino además, porque el trabajo dignifica. El trabajo los vuelve a introducir en la sociedad, porque les proporciona horarios de entrada y salida, castiga el mal trabajo, y premia el buen trabajo. El trabajo premia los sacrificios de las personas. Esa es la importancia del trabajo.
Ahora bien, dijimos que la integración social comienza o tiene como base un amparo económico, pero no solo es eso la inclusión. La inclusión también es, que la sociedad, los demás, los otros (porque en este caso, los otros, no son los marginados, sino los no-marginados) no vociferen violentamente cosas tales como “¡Para que mantienen a esos vagos!”, “Le pagamos todo a esos negros!”. Cosas como estas, excluyen a estas personas marginadas pero brutalmente. No es el estado quien no los aprecia, quien no los incluye, es la sociedad quien los condena.
Es la sociedad quien discrimina constantemente a las villas, a los pobres. Discrimina su música, discrimina su ropa, discrimina su hablar, todo discrimina, sin al menos saber porque estas personas (marginadas) están marginadas. NADIE DE LOS QUE DISCRIMINAN SE PREGUNTO PORQUE ESTAS PERSONAS ESTAN MARGINADAS, y terminan en conclusiones como “No trabajan porque no quieren trabajar, les gusta vivir de arriba”. Bueno, pero acá, señor, señora, el asunto, el problema, la marginalidad, es el por qué. ¿Por qué estas personas piensan así? Eso es algo que tenemos que conocer para poder solucionar. Porque cuando los otros (los marginados) actúan, nos matan, pero en realidad no son ellos quienes nos matan, somos nosotros quienes nos matamos. Porque no nos olvidemos que cuando los otros-otros (los no marginados, la “sociedad”, nosotros mismos) actuamos (o mejor dicho, no actuamos, no los incluimos) también, los matamos, y nos matamos a nosotros mismos.