Nadie
querrá publicar mi poesía.
Siempre
me señalan que a nadie le inspira
Los
versos del triste y las letras del débil,
Que
confía y se alegra de llegar a la gente
Y que
con su rima sueña visiones de mar.
Nadie
querrá publicar mi poesía.
Siempre
vociferan que ya no a las niñas
Les
gusta la canción profana y alegre
El
sueño joven de luciérnagas verdes
Que brillan
y esperan en la mente volar.
Nadie
querrá publicar mi poesía.
Ya
nunca jamás flotaran en las sienes
De
una novia-mujer que con ellas impere
Las
vagas ideas de su novio mortal.
Nadie
querrá publicar mi poesía.
Siempre
se encargan de que mi entera familia
(De
duendes-gorriones y bellezas-ninfas)
Perezcan
yacidos en los mundos de la antología
Del olvido,
el jamás y del nunca en tu vida.
Ya
nadie querrá publicar mi poesía.
No se
verán en las tiendas de las esquinas.
Ni
quemará con ellas sus ojos vencida
Una
mujer que ansíe con ansias muy fuertes
Un
rastro de migas de pan o de leche
Para
así al cielo poder regresar.
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