jueves, 22 de septiembre de 2011

Carta de Mariano

"Todo el mundo se plantea que es lo que realmente uno quiere. Pero para mí (y ojo, que no soy ningún intelectual, ni un pensador, y, mucho menos, alguien que esté en condiciones decirle a otra persona que hacer y como pensar, aunque de todas maneras tenga el defecto de hacerlo) lo que realmente se deberían plantear las personas es porque quieren lo que quieren.
Ah, Jeanie, ¿por qué te quiero conmigo?, ¿será porque no te puedo tener mas que aquí, en mi pensamiento, o dentro de estas letras y palabras que como códigos sirven para que mis sentimientos se transformen realmente en vos? Porque sí, porque estas letras se transforman en vos, claro, siempre de una manera en que yo solo lo puedo entender. Llegar a mí casa y encontrarme con lo que escribí es una manera (si, una triste manera de todas maneras) de que estés aquí, conmigo.
No quiero pensar que te quiero porque no te tengo, como piensan algunos. Eso significaría que si te tuviera no sentiría lo que siento ahora por vos. Bueno, eso es una estupidez. Te aseguro Jeanie, que si estuvieras conmigo serías la mujer mas amada. Y no, no lo sé aún. No se porque te amo. No se porque renunció a mi libertad todo los días (¡todos los días!) por vos. Y a cambio de nada, porque yo no te pido nada. No lo pido porque no me lo darías. Pero ahora cambie. Ahora te lo estoy pidiendo. Me di cuenta que necesito que me ames. 
Me siento tan débil rogando. Toda mi vida busque la autonomía. Tal vez el amor va mas allá de eso. Mas allá de las pequeñas filosofías que yo pueda poseer. Toda mi vida estudié filosofía o, al menos, siempre intente que mis actos y pensamientos partieran desde la base (y la exigencia) de la filosofía, que es el razonamiento. Pero con vos no puedo. No puedo razonar. No puedo razonarte. Debe ser porque el amor es irracional, siempre es así. Eso me duele, Jeanie. Toda mi vida se baso en el razonamiento y venís vos (con todo lo que desprendes: tu mirada, tus labios, tus ojos, tu aroma, tu pensamiento, tu trascendencia en todo) y me destruis, escucha bien ¡me destruis! Me dejas aniquilado, solo, con dudas, sin una sola certeza, sin nada palpable, salvo el seguro sentimiento que tengo hacía vos, que es hermoso, pero no deleitable, no mientras vos estés del otro lado. Cuando solo estas metafísicamente en mí, no puedo deleitar el amor. En esos momentos tengo que sobrevivir al amor, luchar contra el, saberlo manejar para que no me deje con un arma en la mano. Y pensé en eso. Pero no es tu culpa, no te sientas mal, ¿que podrías hacer vos? ¿estar conmigo por lástima? ¡prefiero morir antes que esa humillación! Y, créeme, eso no haría bien ni a mi, ni a vos.
Bueno, no se que mas podría decirte. Se que ahora estoy decidido a destruir o cambiar todo lo que me impidan , mis debilidades (no vos, las otras)  estar con vos. No seré nunca mas el tonto que no sabe que hacer. Voy a estar con vos, eso lo sé pero... ¿cuando será?."

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