viernes, 11 de mayo de 2012

Primera pregunta metafísica.

La pregunta que el niño formula a sus padres, hay que decirlo, es parcialmente inocente. ¿Cuál pregunta es, en definitiva, totalmente inocente? Pues ninguna. No existen las preguntas inocentes. Preguntar es siempre un atrevimiento, es siempre una soberbia, saberse digno de saber más de lo que se sabe; preguntar es, bíblicamente hablando, morder la manzana del Edén, el mayor de todos los pecados.
Cuando el niño formula esta pregunta, tan vergonzosa e intrincada para los padres, cuando el niño inquiere sobre el origen de los bebés, está haciendo algo más de lo que él sabe que está haciendo y de lo que los padres saben que está haciendo. El niño esta formulándose la primera pregunta metafísica. ¿Por qué? Simplemente porque la pregunta sobre los bebés, sobre su origen, nos remite inmediatamente a otra, a una pregunta mas densa, mas compleja, mas terrible. La pregunta sobre el origen de la vida.  Preguntar "¿de donde vienen los bebés?" es, en sentido connotativo, preguntarse "¿de donde viene la vida?". El niño se pregunta de donde viene la vida, y preguntarse de donde viene la vida es, a su vez, preguntarse, y esto es lo magnífico y maravilloso, "¿por qué viene la vida?". 
Cuando el niño pregunta por el origen de los bebés esta preguntándose no por el método en sí mismo por el cuál los bebés son creados (no está preguntando por el acto sexual como creen sus avergonzados padres), sino que se pregunta por la causa por la cuál los bebés son creados. ¿Cuál es la causa, el sentido, de la creación de un bebé? ¿cuál es la causa, el sentido, de la vida? Todas esas grandes y abrumadoras preguntas aparecen disfrazadas en lo que parece la impertinencia y curiosidad de un infante. 
Esta primera pregunta es junto" ¿Por qué debemos morir?" la más compleja, perpetua y, esto hay que decirlo, inútil pregunta de toda la existencia del hombre. El niño nace y es totalmente abrumado. Ya existe todo, nace dentro de un mundo organizado con sus leyes, códigos, lenguajes, historia. Y cuando el niño pregunta por el origen de los bebés, pregunta a su vez por su origen. Pregunta ¿Como y por qué estoy aquí?  ¿ Bajo que fundamento estos dos seres humanos me han creado en un mundo donde ya todo parece hecho?   Y, si esta todo hecho, ¿qué es lo que yo tengo que hacer? ¿para qué fui traído a este mundo? ¿cuál es el sentido de mi vida, cuál es el fundamento de mi origen, de mi creación, de que este aquí?. Todo eso se pregunta el niño sin saber. 
Estás son preguntas que, lamentablemente niño, no tienen respuestas. 


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