jueves, 24 de noviembre de 2011

Al azar 3

Metempsicosis. Origen griego. Creencia de la transmigración del alma. Etimología: latín: meta (después) pysche (espíritu, alma). Una de las dudas que siempre asechó a mi persona tiene que ver con la reencarnación. ¿Es posible reencarnar? Yo podría haber sido algún jefe aborigen. Lo consulte y parece que fui eso. Pero si lo he olvidado no lo pude haber sido. Para ser hay que tener consciencia de que se es o de que se fue.
¿Que une a un líder aborigen con mi persona? Líder por naturaleza. Acuariano: creativo, revolucionario, libre, líder, conmovido por las desigualdades sociales. Parece que mi signo del zodiaco representa muy bien al jefe aborigen. Tal vez a un Tupac Amarú. O algo así. Pero yo no tengo capacidad de liderazgo o de creatividad. De todas maneras no pienso escribir sobre las cualidades que me faltan (oh, ya lo hice), no necesita eso mi autoestima. Si luego de luchar contra la colonización de América, yo no puedo conservar en mi recuerdo, en mi consciencia, un solo grito, una sola cara, una sola lucha, es la prueba de que nunca fui nada más que lo que soy ahora. Nada de jefes, ni de líderes, solo Facundo.
Luego, veremos finalmente que somos, como se dice, el tiempo entre una nada y otra nada. Y que la vida posee un solo objetivo: experimentarse. Es una realidad que debe ser experimentada.
Efímeros, demasiado efímeros. El amor nos da cuenta de eso. Cuando se termina es como una pared que nos demuestra lo fútil de las cosas. El amor es la pared que nos marca un límite, que nos dice que siempre vamos a cesar, que siempre hay un lugar al que no podremos llegar, que siempre hay un tiempo que no compartiremos con una mujer, que siempre hay un cuerpo que no podremos poseer.
De todas maneras esta siempre el arte, que es eterno. Es la única forma de alcanzar la inmortalidad. Y si no es la única, es la más hermosa.

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