De todas las traiciones fuiste la mejor,
la mas linda traidora en el amor,
regresaste al infierno que deseabas,
con el encanto de tu alma y de su alma.
Que se quemen las esquinas y moradas
donde tu amor con el de él jugaban,
¡no saben de dolor las felices parejas!
¿¡que sabrán tu y él de la tristeza!?
Si, el eterno solitario sigue aquí
escribiendo, de algún modo muerto,
dos tristes almas juntas
(las de ustedes)
valen mas que la de uno solo
(la mía que envejece)
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